25/03/2012

La última estación


Eric Karsenti con las últimas botella y log sheet. V.Hilaire / Tara Expeditions

Esta es una frase que uno tiene el privilegio de escribir solo una pocas veces en su vida. Este sábado 24 de marzo 2012 marcará un hito. En el Océano Atlántico, a 300 millas de la costa española, se completó la expedición Tara Oceans. Era la estación 153, la última de esta extraordinaria aventura. Una recolección de microorganismos marinos realizada a escala planetaria en dos años y medio.

"Es un éxito, fruto de mucho trabajo "; Eric Karsenti, director científico de Tara Oceans, no esconde su satisfacción, aunque este ahora ansioso por conocer los resultados de estos esfuerzos, lo que nos dirán estas muestras. Se requerirá toda la paciencia de los investigadores, una tenacidad de calado semejante al empeño de los dos ingenieros oceanógrafos Sarah Searson y Marc Picheral. Han procedido a 674 inmersiones de la roseta durante este periodo. Ellos se han turnado sin parar en esta jornada oceánica, de escala en navegación, de avión en país y de más países en más aviones. Corredores de fondo…marino. Sarah Searson ha pasado 19 meses a bordo. ¡Respeto!

Científico en jefe y coordinador de esta etapa de la expedición, el biólogo quebequense Stéphane Pesant confirma ser también "muy, muy satisfecho" de este leg en particular. La idea era de repetir una estación en la misma masa de agua que la estación anterior, la 152, pero tras el paso de un vendaval.

El viento paso justo en las condiciones necesarias para que el equipo muestree una segunda vez la masa de agua. Antes de analizar estas nuevas muestras, Stephane ya tiene la certidumbre que "hay cambios asociados con el paso de los cuarenta nudos de viento. No son los mismos tipos de zooplancton que hemos pescado antes y después de este episodio de viento. Hubo una mezcla relacionada con el viento, está claro".

Esta mezcla, la hemos vivido de cerca en esos dos días. A vela, Tara dio vueltas en la zona de muestreo, restando el sueño a muchos. Entre crestas de montanas liquidas, los camarotes parecían más trampolines que camas.

Para Loïc Vallette, “con este aire hubiéramos podido hacer ruta hacia La Coruña a favor del viento. Pero hemos dado vuelta para regresar contra cuarenta nudos. No es muy marino pero se tenía que hacer y lo hicimos".

Al día siguiente, tras una puesta y una salida del sol excepcionales en colores y belleza, la última estación arranca bajo los mejores auspicios. En la primera luz del alba el aire es suave, el mar mucho más tranquilo con un pequeño rollo. Mejor así porque el día va ser largo.

En un ritmo de maratón, el equipo de científicos, asistido de los marineros para la operación del cabestrante, realiza 22 inmersiones hasta las 11:12 pm. Es a esta hora precisa que la ultima red, el WPH con una malla de 200 micras, sube a bordo. No es una gran pesca, al contrario, pero Stephane y Eric sonríen. En palabras de Marc Picheral, "todas las cosas buenas tienen su fin”. Las sonrisas de Stephane y Eric parecen hacer eco al veredicto. Un maratón termina. Y la expedición también.

Con un sentimiento de misión cumplida y antes de un descanso merecido, la tripulación celebra el éxito con un brindis, con un pensamiento solidario para con el resto del equipo esparcido en tierra. Lunes 26 de marzo, una última rosetas simbólica se sumergirá exactamente donde se llevó a cabo la primera estación hace dos años y medio. El círculo se está cerrando.

Para el éxito de esta importante misión, cuatro años después de la del Ártico, se ha requerido mucho dinero y la conjugación del espíritu aventurero de Etienne Bourgois, el Presidente de Tara Expeditions, con el sueño osado de Eric Karsenti de investigar los océanos del mundo en los pasos de Darwin. Y también un equipo internacional: 250 personas apasionadas, comprometidas y disponibles, procedentes de especialidades y horizontes muy distintos. Mientras el trabajo esté terminándose para algunos, para otros sólo es continuidad y hasta un comienzo.

Tal como Fridjoff Nansen y su gente lo gritaron después de la primera deriva ártica de la historia humana, "¡Hurra, hurra, hurra!". Tara acaba de realizar otra hazaña: 60.000 millas recorridas desde que salimos en septiembre 2009 de Lorient para conocer un poco mejor a nuestros océanos. Pero el plancton vale la pena ¿no? ¿El plancton o nosotros? ¡Sin él, el hombre ya no podría respirar!

Vincent Hilaire