20/09/2013

Cada hora cuenta



Tuktoyaktuk, pronto en el hielo. J.Poulain/CEA-Genoscope/Tara Oceans Polar Circle

Desde el Cabo Cheliuskin, Rusia, y su laberinto de hielo, pienso en la cuenta regresiva que está corriendo, al tiempo que pasa, a la noche que vuelve y al invierno que llega.
Delante de nosotros, se encuentra el segundo paso clave de nuestro viaje, el Paso del Noroeste en el lado canadiense, una travesía que comienza a cerrarse mientras estamos dejando Tuktoyaktuk.

El tiempo no es incompresible y hemos tenido que controlarnos para adaptarnos al ritmo de nuestra expedición científica.
Hemos debido detenernos para recolectar plancton, parar en Rusia para hacer nuestra salida administrativa del país, y volver a pararnos aquí en Tuktoyaktuk  para hacer nuestra entrada en Canadá.

Esta noche zarparemos tan pronto como nuestros últimos tripulantes hayan embarcado.
Nuestro reto de combinar investigación científica y vuelta al Ártico en un mismo verano, tendrá su epilogo en una semana. Pendientes de los mapas del hielo, del descenso de la temperatura y de las rachas de viento, estaremos a las puertas del Bellot Strait, un estrecho corredor de 13 millas de largo y 1 km de ancho en su parte más angosta.
Este estrecho, ya utilizado por Amundsen hace más de un siglo, es nuestra única puerta de salida.

Aquí, en "Tuk", los habitantes pasan revista de sus motonieves, como para recordarnos que pronto van a circular sobre el hielo, allí mismo donde hoy navegamos en zodiac.
La hospitalidad de este pequeño pueblo de 1.000 habitantes ha sido muy cálida; Hubiéramos podido  quedarnos unos días más para conocer mejor los lugareños.

Pero cada hora cuenta, y esta noche vamos a levantar el ancla con el sentimiento de estar retrasados ya…

Loïc Vallette, Capitán de Tara