13/09/2013

Calma en el Mar de Beaufort


Medusas,  profundidad  80m, Mar de Beaufort. F.Aurat/Tara Expeditions
Hemos entrado en un Mar de Beaufort aplanado, liso como vidrio, con un leve oleaje de fondo. Ya no estamos en aguas internacionales sino en la zona marítima americana de exclusividad económica.
 
Emmanuel Boss nos transmite la buena noticia con una franca alegría: "Podemos muestrear en aguas americanas ya que comprobaron que nuestra actividad no genera beneficio económico". Hace días que él está esperando esta autorización de los Estados Unidos para saber si podemos muestrear la zona comprendida entre las 12 y las 200 millas de la costa de Alaska.

Tara hace ruta al Este. Ayer cumplimos con la cuarta estación larga de la expedición, en el hielo, bajo la mirada distante de algunas morsas lascivas. Aprovechando un sol generoso que descongela poco a poco la cubierta de Tara, los científicos han muestreado por última vez el Mar de Chukchi en dos profundidades, en superficie y en la DCM a 40 metros, siempre en el borde del hielo.

Las primeras muestras revelan una vida planctónica abundante, con numerosas algas. Unas Nichtia,  diatomeas largas y delgadas, llenan las redes, al igual que los bien nombrados Ángeles de mar que  flotan con gracia en el cielo líquido de este helado Océano Ártico.

Nuestro próximo objetivo científico es de muestrear las aguas del Mar de Beaufort y, por qué no, las del Barrow Canyon, cerca de la Punta Barrow. Las capas profundas de este mar "pequeño" de 450.000 km2 proceden del Atlántico Norte; Por ello son de especial interés para nuestros científicos en tierra. Tenemos previsto realizar esta nueva estación en 48 horas.

Al entrar en el Mar de Beaufort, estamos acercándonos al Paso del Noroeste, ya que da al este del golfo de Amundsen, la puerta de entrada oeste del laberinto.

Vincent Hilaire