10/09/2013

La "date line" en Wrangel


Al sur de la isla Wrangel, meridiano 180.F.Aurat/Tara Expéditions
Tara pasó ayer la "date line", la línea de cambio de fecha. Es la línea convencional y esencial que nos permite vivir unos y otros en este planeta con la misma unidad de medida del tiempo, estemos dónde estemos.
 
Para nosotros ayer, el mañana sería hoy, y resulta que hoy es también ayer. Suena a juego mental y de palabras al estilo de Raymond Devos, pero este lunes a medianoche exacta, hora de de Tara, hemos regresado 23 horas atrás en el calendario.

Hemos cambiado de huso horario. Estábamos en TU + 12 y hemos pasado a TU - 11 en una fracción de segundo, al cruzar la línea de cambio de fecha: el GPS, al marcar 180° Este, ha pasado de repente a marcar los minutos en la otra dirección, 179° 59' Oeste, 179° 58' Oeste...Estamos en el Oeste y volvemos a vivir un día lunes.
Es así también que Phileas Fogg, el personaje de Julio Verne, logra ganar su apuesta de vuelta al mundo en 80 días.

Este aparente milagro temporal ha tenido lugar a pocas millas de la isla de Wrangel, entre el Mar de Siberia Oriental y el Mar de Chukchi (Чукчи). Ahogados en una espesa niebla, no podemos ver esta joya de la biodiversidad declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2004. La isla de Wrangel cuenta con el más alto nivel de biodiversidad en el Alto Ártico y se estima que es el lugar donde vivieron los últimos mamuts lanudos.
Cientos de miles de morsas del Pacífico suelen congregarse aquí.

Estamos a sólo 600 kilómetros del océano gigante y a unas millas del Estrecho de Bering. En la última era glacial, hace unos 20.000 años, los primeros humanos venidos de Asia han pasado aquí también, de Este a Oeste, caminando, aprovechando un nivel del mar todavía mucho más bajo.

El domingo pasado, el nuevo equipo de científicos ha muestreado por última vez las aguas rusas. No sabemos cuándo y dónde será la próxima estación de esta etapa que nos lleva a Tuktoyaktuk, Canadá. Este fin de verano, hay todavía un denso hielo en la región. No debemos perder de vista el Paso del Noroeste, so pena de quedar atrapados en la trampa blanca de Ártico.

Vincent Hilaire