05/05/2015

Regreso a Lorient


Al terminar su misión en el rio de Penerf, Tara traza ruta de regreso a Lorient. Una navegación en la cual Brigitte y Thérèse, los motores de babor y estribor, unas hermosuras de 1,2 toneladas y casi 30 años de servicio a la propulsión de las 140 toneladas de nuestra ballena, aquejan unos dolores; Algo normal después de 4 meses de inmovilización.

Brigitte baja de ritmo, con sospecha de problemas en el suministro de diesel. Daniel Cron, segundo oficial, baja a la sala de máquinas, justo cuando Thérèse tose a su vez.
Brigitte resiste hasta Lorient gracias a una purga regular del filtro de gasoil, para eliminar las burbujas de aire responsables de sus sobresaltos. En cuanto a Thérèse, más temor que daño: la fuga proviene de la bomba de enfriamiento. Una vez apagado del motor, se repara la bomba a tiempo para la llegada a Lorient.

Tara puede entonces entrar con calma en el canal de Lorient, impulsado por sus dos motores, gracias a la perseverancia de los dos mecánicos: Loic y Daniel han pasado la mayor parte del viaje cabeza abajo en la sala de máquinas.

Tara debe ahora alistarse para sus misiones futuras: en Groenlandia este verano, en el Pacífico y el sureste asiático el próximo año. ¿El secreto? El trabajo incesante de la tripulación para cuidar del  barco, un mantenimiento casi diario. 

Después de las misiones largas, Tara regresa a Lorient para una revisión completa. Este invierno, a secas en el astillero, se ha comprobado la integridad de los tanques de combustible, las válvulas, el eje de la hélice. También hemos revisado ambos motores, las juntas de culatas, los pistones. Un chequeo obligado para restaurar el brillo de la goleta. Con la edad,  redoblan las atenciones, se mima cada elemento.

Este viaje ha sido una oportunidad para probar las reparaciones realizadas y afinar detalles. Tara debe estar listo dentro de un mes.

Maéva Bardy