12/04/2016

¿Qué sabemos del coral? Gigantes fragiles



Al igual que cualquier eslabón de un ecosistema, los corales encaran amenazas naturales, tal como la enfermedad de la banda blanca, que ha duramente golpeado los arrecifes del Caribe en los años 80’s, o unos depredadores cuyo número aumenta rápidamente: por ejemplo, Acanthaster planci, una estrella de mar devoradora de coral pulula ciertos años. Pero esas perturbaciones naturales no explican el dramático derrumbamiento de las poblaciones coralinas.

Desde el inicio de la era industrial, alrededor de 20% de los arrecifes han definitivamente desaparecido. Y el fenómeno no se aminora: 25% estarían amenazados en el muy corto plazo y 25% más podrían sufrir significativamente antes del 2050. Una hecatombe que por lo general lleva el sello del hombre. Los corales se ubican cerca del litoral y padecen de las actividades humanas: contaminación, métodos destructivos de pesca, degradaciones por el turismo de masa, desechos de sedimentos.

Estas amenazas preocupan tanto más, que el coral tiende a ser cada vez mas sensible a las agresiones, fragilizado por el cambio climático. Un alza importante de las temperaturas de las aguas de superficie provoca estrés en el coral que expulsa entonces sus  zooxantelas, las algas simbióticas de los corales. Junto al alga, el pólipo pierde todos sus pigmentos y deja aparecer por transparencia su esqueleto calcáreo: se habla en este caso de blanqueamiento de corales. Si las condiciones no vuelven a lo normal, es todo el arrecife que se encuentra amenazado de muerto.

Otra amenaza de origen humano reside en la acidificación de los océanos. La devolución masiva de CO2 en la atmosfera conlleva un aumento de la acidez del agua, afectando el proceso de calcificación, la creación del esqueleto externo de los pólipos. La amplitud del fenómeno y sus consecuencias sobre los arrecifes siguen siendo mal conocidas. Una mejor comprensión de los diferentes peligros que acechan  los corales es imperativa para explorar soluciones duraderas de preservación de estos ecosistemas. Es en este contexto de urgencia que las investigaciones a cargo de Tara Pacific cobrará toda su relevancia.

Yann Chavance