16/12/2016

5 semanas de navegación entre Tahití y Wallis: balance de situación


Maren Ziegler embarcó como jefe científico en Papeete, hace 5 semanas.  Aprovechamos nuestra llegada a Wallis para hacer con ella el balance de nuestro recorrido en las islas de Aitutaki, Niue y Samoa hasta el archipiélago de Wallis y Futuna.

En esas 5 semanas de navegación entre Tahití y Wallis, ¿cuál es el balance de los sitios que han estudiado?
La misión fue muy programada. Estábamos en un trayecto en el cual debíamos encontrar las mismas especies y seguir los mismos protocolos cada día, al igual que en el conjunto de la expedición. A veces ha sido muy difícil de trabajar. Las condiciones climáticas no eran siempre favorables en las cercanías de las islas. Hemos empezado en Moorea, en localidades bastante conocidas, ricas en corales. Al llegar a Aitutaki en el archipiélago de las islas Cook, nos hemos enfrentado a una gran decepción:  descubrimos que la mayor parte del arrecife está muerto y nos ha costado encontrar sitios de muestreos. Niue era también algo desconocido, pero ha sido una bella sorpresa: a pesar del tsunami que devastó la isla en 2009, hemos encontrado bastante diversidad, una buena cobertura coralina y zonas afectadas que se están recuperando. El encuentro con serpientes de mar también quedará en nuestra memoria como un momento impresionante.

Nuestra última estación científica en la Samoa nos ha afectado totalmente; Hemos explorado 83 km de costas y ha sido difícil dar con sitios de buena cobertura coralina. Las especies que estamos estudiando han desaparecido. Es una zona muy aislada, no muy estudiada, y los isleños no tienen los recursos para acceder a esos sitios y vigilar la situación a lo largo de las costas. Yo no me había preparado para tal situación.

¿Hay forma de que los isleños puedan cambiar esta situación?
Depende de los casos. En el caso de la Samoa, hemos observado que el coral parece regresar en ciertos lugares. Preparamos un informe que mandaremos a las autoridades locales. Eso podría incentivarles a proteger esas zonas frágiles, controlando la pesca y el impacto humano.
Hemos observado que la calidad del agua en la laguna no es buena y que el impacto humano es importante. Localmente se pueden emprender muchas iniciativas, pero a una escala más amplia, esas islas están desprotegidas frente al aumento de los ciclones; Solo les queda hacerse oír a nivel internacional.

¿Cuáles fueron los desafíos de su cargo de jefe científico a bordo?
Hubiera podido ser un desafío, pero cada quien ha trabajado dentro del conjunto y en la misma dirección. El inicio fue delicado porque los científicos ignoraban lo que les esperaba, no tenían una gran preparación, pero hemos logrado adaptarnos y resultó placentero trabajar con el equipo científico a bordo.

Usted trabaja en este momento en Arabia Saudita, ¿cuáles son las diferencias de la situación del coral en el Mar Rojo y en el Pacífico?
El Mar Rojo ha sido considerado como una zona resistente a los cambios climáticos. Pero el año pasado, la temperatura de superficie aumentó fuertemente, a veces a más de 34 grados, y hemos observado un significativo fenómeno de blanqueamiento en la parte sur del Mar Rojo. Los arrecifes han sido totalmente impactados aun muy lejos de las costas y de la influencia del hombre.

¿Cuál será su próxima etapa a bordo de Tara?
Adoraría volver a bordo. Espero que haya lugar para mí en unas etapas por venir de esta expedición. Siento curiosidad por todas las islas del Pacífico. El año próximo, Tara estará en Papúa-Nueva Guinea y en Indonesia, unos lugares que vaticino fantásticos.

Entrevista por Pierre de Parscau