02/08/2017

Encuentro con Noémie Sauve, artista en residencia



4ta artista en residencia en Tara Pacific, Noémie Sauve estará a bordo, del 9 de agosto al 22 de septiembre, entre Auckland y Nouméa. Entre ciclón artístico y avalancha de ideas, entrevista con una artista comprometida, autodidacta e innovadora.

¿Por qué postuló para una residencia en Tara?
Se inscribe en la lógica de mi trabajo. Me inspiró el anuncio en COAL, conociendo y apoyando los propósitos de Tara, aunque sea en una forma diferente, porque suelo trabajar en tierra, en medio de la cría de animales, las semillas campesinas... Es ahora una oportunidad para andar sobre el agua.

¿Cómo imagina su estadía a bordo?
Prefiero no imaginar. Solamente proyecto que será placentero. Aunque no imagino, me estoy preparando. Aprobé el nivel 1 de buceo; Fui a probar luces en el Aquarium de Paris; Me documenté sobre fluorescencias.  Mucha gente me ha orientado, en particular en materia de documentación. Embarco con una verdadera información sobre el agua, el mar. Anteriormente, yo había trabajado sobre algunos temas vinculados a los océanos, en particular las zonas muertas, pero nunca he embarcado en algo como Tara.

Su perfil de artista, ¿cómo se define?
Hasta la gente que trabaja conmigo tiene dificultad para calificarme. Me defino por lo que hago. Por lo que es de la forma, es una figuración estropeada, y en cuanto a técnicas, son casi todas las técnicas.
En materia de escultura, va de la soldadura a la fundición, pasando por la talla de madera y de piedra, la cocción clásica de cerámica o en raku, de los moldes al modelaje...Me gusta probar de todo, porque induce transversalidades en las técnicas. Si uno trabaja con el vidrio, puede surgir una idea mecánica para trabajar con el metal. Podemos decir que la técnica me inspira la forma, para luego  pasearme por todas las técnicas. Después, vienen el dibujo, la pintura, la escenificación, en particular con esculturas. Lo que ordena un poco todo eso, es una observación de la materia viva y de lo que me rodea. Y llegar a crear una iconografía en torno a una temática, la domesticación.  La domesticación puede llevar muy lejos; Es la organización de un paisaje en base a un ritmo humano, una profunda deformación de la autonomía de la materia viva.

¿Nos puede explicar algo de lo que entiende por disconografía?
Trabajo en la puesta en escena de mis obras plásticas en espacio público o en un escenario dedicado. Al disconografiar una obra, la saco de mi taller y procuro implicarla en un territorio, por ejemplo la calle, para ilustrar lo que sugiere esta pieza. Es como una caja que uno abre de nuevo  para proponer una acción diferente.

¿Cuál podría ser el aporte de su residencia en Tara?
Es el sueño de muchos artistas poder embarcar con científicos, en un campo que es el centro de su preocupación, en este caso la ecología, y así encontrarme en el corazón de un nuevo idioma; Es una oportunidad de conocer gente apasionada y lugares de difíciles acceso. Es por eso que preparo mi taller intensamente y que he desarrollado dos técnicas inéditas. Desde septiembre pasado, todo mi mundo gira alrededor de Tara. Quiero digerir todo de este viaje y también devolver productos cuando regrese en tierra. Quiero poder comunicar, a través de mis piezas, lo que voy a vivir en este embarque, para acompañar el proyecto Tara.

Entrevista por Léa Mignot