18/10/2017

Guadalcanal, Honiara


Zarpamos de Poum con solo 8 almas a bordo, disfrutando de una navegación con velas en medio del Mar de Coral.
Guillaume Bourdin, ingeniero oceanógrafo del laboratorio de Villefranche (Francia), aprovecha las buenas condiciones meteorológicas entre Poum y las islas Salomón  para lanzar las redes e instrumentos de un programa de 6 estaciones en movimiento: muestreo genómico, taxonomía, imágenes, biogeoquímica, óptica, aerosoles... 
La última noche de navegación nos trae fragancias nuevas: arboles resinosos,  tierra húmeda, flores...El anuncio de una isla de Guadalcanal cercana. Al alba, aparece una espesa cobertura forestal, una alfombra verde, dominada por una cadena de picos volcánicos atrapando las nubes. Las aguas turquesas a lo largo de la costa que bordeamos por 160 km, son el terreno de cacería de pequeños delfines al acecho de atunes.

Llegamos a Honiara este 18 de octubre, después de cuatro días cómodos. Pero pronto, nos impacta el contraste. Llegando de Nueva Caledonia y de una Melanesia mejor dotadas, descubrimos  en los muelles  de esta ciudad capital de 85 mil habitantes, la vida difícil de este archipiélago, sus pequeños ferris oxidados trayendo los habitantes de las islas vecinas, sus cargueros fondeados en espera de leños, y sus aserraderos por doquier, signos de una intensa explotación del bosque. 
  
Víctima de un ciclón devastador en 1986, de dos terremotos en 2007 y 2013, y de una actual inestabilidad política, el archipiélago de las Salomón es el más pobre de esta región del Pacífico.
Nos quedaremos atracados 2 días antes de salir a explorar 3 arrecifes cercanos. Nos alcanza aquí un nuevo equipo científico, liderado por la bióloga Rebecca Vega Thurber ((Oregon State University,  USA), que se quedará hasta Papúa-Nueva Guinea.

Vincent Hilaire.